Victoriano Ramírez "El Catorce", era un hombre muy guapo, alto, rubio y de buen porte. Cuando lo conocí me impresionó su gallardía y elegancia. Era un hombre muy valiente y tenía fama de mujeriego. Nos hicimos muy amigos, aunque yo estaba enamorada de él, y muy a mi pesar, nunca hubo un romance entre nosotros. Frecuentaba mucho la casa de mis padres, mi papá Andrés y mi mamá Silvia lo estimaban mucho y siempre que nos visitaba nos platicaba sus hazañas y nos hacía pasar un rato muy agradable.
Siempre era muy educado, al llegar inclinaba la cabeza al saludarnos a mi mamá y a mí y decía:
-- Sra. Silvia es un placer para mí besar tan bella mano.
Y mi mamá se sonrojaba toda.
-- Srita. Isabel cada día aumenta su belleza.
Y yo me sentía la mujer más bella del mundo.
En esos tiempos hubo desacuerdos entre la Iglesia y el Gobierno, lo que originó una serie de enfrentamientos bélicos que causaron muchas muertes. Victoriano formó parte del grupo de combatientes y dejó de asistir a nuestra casa con la misma frecuencia que lo hacía.
Un día nos enteramos que un hombre había matado, él sólo, a catorce personas cuando lo perseguían para atraparlo o matarlo, porque era uno de los principales opositores de lo que pretendía el Gobierno, y a partir de ese momento lo llamaron "El Catorce" y se le catalogó como uno de los peores bandidos.¡Nunca nos imagínamos que ese hombre era Victoriano!, hasta que él mismo, en la última visita que nos hizo, que por cierto fue muy breve y a escondidas, nos relató todo lo que había sucedido y nunca más lo volvimos a ver. Aunque luego supimos que había muerto en combate, lo que nos causó mucha tristeza y dolor.
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